Martínez Ares: «Necesito llegar a una comunión con el pueblo y que nos digamos las cosas a la cara»

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Martínez Ares: «Necesito llegar a una comunión con el pueblo  y que nos digamos las cosas a la cara»
Martínez Ares: «Necesito llegar a una comunión con el pueblo  y que nos digamos las cosas a la cara»La escena habla por sí sola. Antonio Martínez Aresllega a la Plaza Fragela hablando por el móvil, pegado a su oreja desde el anuncio de su regreso al Concurso del Carnaval de Cádiz de 2016. Con una mochila a su espalda y una sonrisa imborrable, auténtica. Posa subido a una farola con el Falla de fondo, emulando al mismísimo Gene Kelly en ‘Cantando bajo la lluvia’. Irradia felicidad. Se palpa la ilusión. Hasta se acerca a besar los ladrillos del teatro que le dio todo en el Carnaval de Cádiz.
Después de todo esto, confiesa que quiere desaparecer un tiempo. Agradecido por las innumerables muestras de cariño pero un tanto desbordado. Hasta en dos ocasiones se acercan para darle la enhorabuena. Quiere una tila, pero ni el camarero le concede ese ansiado relax. Los alumnos de la Facultad de Medicina, de exámenes, han agotado las existencias. Opta por una infusión. Accede a hablar de todo, sin tapujos, sin rencor. Transparente y pletórico.
El gesto serio que se dibujaba en su cara cuando escuchaba hablar de Carnaval se ha transformado en una mirada melancólica, la del que acaba de recuperar lo que perdió. Ni el Carnaval ni el Concurso han cambiado desde hace trece años. El que ha cambiado es el autor que revolucionó y marcó una época de la comparsa. No hay dudas. El amor ha vuelto a renacer. Cádiz tiene otro novio.

–Trece años de ausencia y sin querer oír ni hablar del Carnaval, ¿tanto dolor le ha causado esta fiesta?
–Cuando no había nada, yo no quería mentirle a la gente. No quería estar en el Falla sin tener ningún tipo de ilusión. Decidí que si no había magia y si no había nada, lo mejor era quitarme de en medio. No todo el mundo lo lleva igual. A mí me cogió en un momento de mi vida distinto, extraño. Después de 20 años sucedieron cosas en el ámbito carnavalesco que no me gustaban, y que me siguen sin gustar, y también había cosas personales que me hicieron rendirme. Admito que en ocasiones he podido parecer grosero. Lo siento, pero es cierto que asociaba el Carnaval al dolor. Ahora me hace falta llegar a una comunión entre el pueblo y yo; que nos digamos las cosas a la cara. Necesito buscar ese equilibrio. Yo conseguí ser Ares gracias a Martínez Ares. Yo nunca lo olvidé.

-¿Y por qué ahora?, ¿qué le ha llevado a tomar esta decisión de volver al Concurso?, ¿qué ha cambiado?
–Todos estos días atrás, hablándolo con mi mujer, que siempre me ha apoyado en todo lo que he querido hacer, ella me decía que quizás era el momento de cerrar heridas. Estos días han sido de muchas conversaciones, de llorar mucho, porque tenía algo dentro que no tenía desde hace trece años, y no sabía lo que me pasaba. Y le dije que quizás tenía razón. También lo hablé con mi padre, con mis hijos, que tienen mucho qué decir en todo esto. Y todos me han dicho que para adelante.  Es más, mi padre me ha dicho que le parece una de las decisiones más importantes de mi vida. También me hizo reflexionar la muerte de Enrique Villegas, que me ha afectado mucho, igual que me afectó la muerte de Pedro Romero, al que vi una semana antes de morirse. Qué pena tan grande que una persona tan importante en el mundo del Carnaval se tuviera que ver así. Que no podía pagar ni la luz. Qué vergüenza que no sepamos valorar a la gente.

–Y hablando de dolor... ¿qué le parece ahora que muchos de los que hoy celebran su regreso, el año de 'La Milagrosa' dieran saltos de alegría cuando no pasasteis a la Final?
–Eso forma parte de la maravilla de todo esto. Si no fuera así, qué sentido tendría esta fiesta. Hay gente como Paco Alba que ha sentido en sus carnes esto. Fue un momento de los que marcan pero hay que seguir para adelante. De hecho, ese año escribí un pasodoble de despedida con el que iba a decir adiós en la Final, e incluso Miguel Ángel García Cossío, con muy buen criterio, me dijo: «Si lo cantas, hazlo». Al final hubo otro criterio, y es que no fuimos a la Final. Y no lo canté.

–Ha confesado que quiere luchar desde dentro, ¿se va a involucrar más allá de ir a concursar con su comparsa?

–Estoy dispuesto a escuchar, estoy abierto a todo tipo de debates y de sugerencias para sacar a relucir lo que nos gusta. Ya he dicho en muchas ocasiones que el Carnaval debe ser un revulsivo para crear empleo en la ciudad. Ahora bien, soy de los que piensan que los cambios hay que hacerlos con calma. Me gusta escuchar pero como uno más. Tenemos una oportunidad histórica para cambiar esto, porque no todo en la vida es ganar un Concurso y quizás porque me hago mayor, tengo claro que yo no voy a ir al Concurso a dejarme la vida en esto.

–¿Pero todo el que va a un Concurso quiere ganarlo?
–Por supuesto, y yo soy un animal competitivo y quiero ganar, pero lo que quiero decir es que mi vida está antes y lo que me pide el cuerpo en este momento es luchar a través de las coplas.

–Hablando de coplas, ¿tiene ya el pasodoble? ¿Tienes alguna letra o tema al que tienes pensado escribir?
–Ahora mismo lo único que tengo son dos o tres anotaciones, aún tengo que engrasar la máquina. Precisamente ayer quedamos con unos cuantos de los chicos de la nueva era. Sí te puedo garantizar que le voy a escribir a Cádiz, eso es fundamental e imprescindible. Cádiz es lo primero. Lo que venga después, bienvenido sea. Yo empiezo de cero. Quizás haga algo extraño y habrá gente encantada con lo que hagamos y otra que me diga que para esto, que mejor me hubiera quedado en mi casa.

–¿Qué le parece la modalidad de comparsas en la actualidad?
–He seguido poco estos años, aunque el Concurso del año pasado sí que lo seguí al completo. Sí me parece que hay cosas que tienen un mayor impacto que el Concurso de coplas en sí mismo. Hay demasiadas concesiones a las comparsas y quizás no nos centramos en cantarle cosas a Cádiz. Sin embargo, me dio una gran alegría escuchar a Juan Carlos Aragón de esa manera en ‘Los millonarios’. Me pareció una maravilla la idea y el tipo de Jesús Bienvenido, que por cierto me da mucha pena que no vaya al Concurso este año. Y me encantaron las cosas tan elegantes que hace Tino.

–Si hay algo que ha cambiado de forma radical desde que se fue Martínez Ares, ese es el teatro. ¿Qué le parece que haya más gente de fuera en cada sesión que de Cádiz?
–Hay que andar con cuidado con la doble moral. Es verdad que le hemos abierto las puertas a todos, y tenemos que ser agradecidos con la gente de fuera que nos ha apoyado. Es evidente que el Carnaval ha traspasado fronteras y hay que tender la mano.

–¿Le han sorprendido tantas muestras de cariño, no solo del público en general sino de los que serán sus rivales?
–Pues sí. Han sido impresionantes y yo sigo estando en una nube. Hay gente a las que aún no les he podido contestar, pero lo haré; y hay gente que se ha ofrecido, y a todos ellos les he dicho algo. Esta demostración de cariño me ha superado. Ahora bien, ahora mi intención es desaparecer un poco y trabajar a pico y pala. Si me pongo en la piel de mis compañeros que llevan trece años aquí...la verdad es que no me parece. No quiero herir a nadie y quiero que la gente esté en paz conmigo. Necesito volver a la normalidad, a mi vida, a la realidad.

–Ha dejado entrever que el cambio en la Alcaldía también ha influido en su regreso, ¿tan mal lo ha hecho Teófila Martínez en el Ayuntamiento de Cádiz para llegar a decir esto?
–No es cuestión de hacer sangre porque no sería justo. En 20 años, todo lo que ha hecho Teófila no puede ser malo. De hecho, el Concurso es el mismo que teníamos con el alcalde Carlos Díaz e incluso antes. Si hay alguien al que tenemos que echar las culpas de lo que no nos gusta del Carnaval, es a nosotros mismos y no a una alcaldesa. Ahora bien, el hecho de que José María González 'Kichi' sea el nuevo alcalde ha proyectado una ilusión en la gente que a mí me ha provocado que me vuelva la chispa. Yo no tengo carné político y por encima de todo está Cádiz, y no voy a tener ningún tipo de piedad con el alcalde si no me gusta lo que hace.

–¿Tan difícil está el mundo de la música para que alguien con el talento de Martínez Ares no haya podido dedicarse en exclusiva?
–Yo no tengo madera de Bisbal, ni lo pretendo. Yo quería ser cantautor, ser yo mismo y para mí ha sido mucho logro. He experimentado mucho, ha trabajado con infinidad de artistas de los que he aprendido cosas, como Pastora Soler, Sabina, Lolita, Pasión Vega...con infinidad de cantautores con un talento brutal. Vivo a medio camino entre Cádiz y Madrid. Yo tenía claro que era una pelea difícil pero he conseguido ser el que quería ser. Por eso, seguiré haciendo mi tercer disco, voy a seguir haciendo teatro y todo lo que me diga el corazón. Ese otro Ares va a estar más allá del Carnaval.

lavozdigital

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