A principios de siglo tuvo el atrevimiento de protagonizar, junto a Emilio Gutiérrez Cruz El Libi, una auténtica revolución en el universo del tango. AquelMuerte al Gordo…. instauró una nueva forma de concebir la modalidad en la que el desenfado competía con el embrujo del tango.
Después de varios años en el candelero y otros alejado, José Manuel Valdés se encuentra embarcado desde la pasada edición en un proyecto con El Sheriff y El Habichuela, un coro a imagen y semejanza de su forma de concebir la fiesta grande de Cádiz. El autor de Tira a Juanillo por el patinillo adelanta que “el nombre lo dice todo. Va a ser una idea graciosa como siempre pero no puedo leer más, es un secreto que solo sabe el pequeño Nicolás. Vamos a pasarlo muy bien y como nos presentamos a un Concurso aspiramos a lo máximo”.
El grueso del colectivo se ha mantenido con tan “solo cuatro caras nuevas” como señala el autor, que incide en que “se mantendrá la línea de siempre. Haremos reír, así nos lo hemos propuesto esta cooperativa que llevamos para adelante el grupo”. En relación a la proliferación de coros, Valdés es tajante: “Los coros se reproducen como los gremlins“. Y en cuanto a objetivos lo tiene claro al afirmar que “aspiramos a meternos en semifinales después de quedarnos en cuartos estos dos años. Será difícil porque hay muchos competidores. A la gente de Cádiz, que se le presupone tan graciosa, le ha dado ahora por el coro y la comparsa. Será por la crisis…..”.
Finalmente a nivel personal reconoce “estar más ilusionado porque el grupo responde muy bien. Yo empecé en este proyecto con agua por los pies y ya el agua me tapa. Además la gente está entregada a tope y vamos muy adelantado. Llevamos cinco tangos, cinco cuplés y cinco minutos de popurrí“, concluye.
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