-'Los clásicos del teatro' puede tener muchas lecturas. Lo mismo no van ustedes ni de clásicos del teatro, ¿no? -Me encantaría hacerlo un año, sacar un tipo que no tuviese nada que ver con el nombre; pero no es el caso. Representaremos a 'Los clásicos del teatro', un tema y unos personajes que me permiten escribir con el estilo que más me gusta y más valoro como autor y como aficionado.
-¿Cómo lleva estar tres años seguidos sin entrar en la final después de haberla pisado un año sí y otro no desde que empezó con este grupo de Cádiz?
-Hombre, no soy de piedra. Claro que me afecta porque a pesar del ambiente que pueda reinar en la final últimamente, cantar una vez más en el Falla es un lujo que valoro muchísimo. Eso sí, tampoco he perdido el apetito, ni me he quedado en los huesos.
-Los tres años de sequía (háblese de la final) coinciden con sus tres años en 'El Pelotazo' de Canal Sur, ¿coincidencia o ha notado la chirigota la dificultad de dividir su creatividad en dos frentes?
-Tengo mis dudas. Yo creo que en el pasado hemos sacado chirigotas con calidad, pero algunas de ellas, en opinión compartida con el grupo, eran de inferior calidad a 'Contigo aprendí" o a 'Mejor no salgo', por ejemplo. No voy a negar que no es fácil llevar para adelante los guiones de 'El Pelotazo', (que escribimos Selu García Cossío y un servidor) y hacer una chirigota de calidad. Añádale que uno además trabaje mañana y tarde como informático. Yo creo que lo consigo porque tengo una capacidad de trabajo muy grande y tengo mucha disciplina a la hora de aprovechar el tiempo para escribir. Una persona del carnaval que me conoce a la que quiero mucho me llamó una vez 'japonés'.
-¿Qué cree que le faltó a 'Las divinas de la muerte' para entrar en la final?
-La muerte es quizás el personaje más arriesgado que existe a la hora de hacer humor. Sabíamos que era un riesgo y lo asumimos. Aparte cuestiones personales, creo que fallamos mucho en la visualización del personaje, no conseguimos el personaje que yo quería.
-Para 2015 presenta un grupo renovado, con bajas que se han ido a la comparsa de Juan Carlos Aragón, aunque la vieja guardia permanece fiel. Háblenos del nuevo grupo.
-Los nuevos están con nosotros cantando desde verano y ya se me han olvidado que son nuevos. Son Pepe Chanivet de caja, que le tenía echado el ojo desde que vino un día con 'Las Muchachas del Congelao' supliendo a David; Javi Baena, guitarra de 'Los Amancio Hortera', un auténtico lujo como persona, guitarra y voz; Jesús Mota, contralto que nos aporta una voz increíble y compañero de aventuras; y Juanmi del Pino, de la chirigota de Sevilla, que es otro loco más, como nosotros, y me aporta muchísimo.
-Finalmente será Tino Tovar el músico, después de dejar de serlo y de anunciar la chirigota el fichaje de Gueli Villegas. ¿Tan difícil es romper el idilio Canijo-Tino?
-Este idilio no es un matrimonio sino que es un trío. El tercero es Rubén Navarro. En este triángulo de amor, Tino 'da' música, yo 'doy' letra y Rubén Navarro es quien 'recibe'. Desde luego, Tino nos da un sello muy particular, pero sin la aportación de Rubén el grupo no sonaría igual. Ojalá que sigamos muchos años juntos los tres y tengamos muchos hijos.
-¿Cómo es el estado de salud de la modalidad de chirigotas en la actualidad?
-Veo muy abierta la modalidad. Muchos estilos y me gusta que haya mucha variedad. Creo que es una modalidad muy rica. Por contra, dar un pelotazo con tanta competencia es realmente muy difícil porque las diferencias no pueden ser grandes.
-¿Y el Concurso?
-Me preocupan muchas cosas del Concurso. La mayoría de ellas parten de la misma base: el cariño a las agrupaciones. El Concurso no es de las agrupaciones.
-¿Qué le queda por hacer al Canijo en el Carnaval de Cádiz?
-Despúes de que me bautizaran en la Caleta no creo que haya algo mayor que me quede por hacer. Para mí fue muy emocionante y siempre le estaré muy agradecido al Club Caleta y a Cádiz
diariodecadiz
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