El alcalde fue taxativo 48 horas después de anunciar que el Carnaval de 2022 se celebrará del 10 al 19 de junio. “La fecha es inamovible”, sentenció. Pero el siempre complejo mundo de la burocracia y la tramitación de una entidad como el Ayuntamiento no parece dejar tan claro, a estas alturas, que efectivamente la decisión unilateral adoptada por el equipo de gobierno sea tan definitiva como afirma el alcalde. Algunos juristas sostienen que la decisión del alcalde, o del conjunto del gobierno municipal, no valida ese cambio de la fiesta local por antonomasia; y, por tanto, defienden que la confirmación del carnaval en junio tendrá aún que esperar y tendrá que pasar por el pleno del Ayuntamiento.
El principal argumento que utilizan quienes no ven tan confirmado el anuncio hecho por la concejala de Fiestas el martes de la pasada semana radica en la anual decisión que adopta el Pleno del Ayuntamiento para aprobar los festivos locales. El lunes de Carnaval y el día 7 de octubre, festividad del Rosario, Patrona de la ciudad. Según defienden las fuentes consultadas, en el caso del Carnaval, que la aprobación de ese festivo conlleva implícitamente el acuerdo plenario de que el Carnaval se celebre en esa semana, en esas fechas del calendario. Es decir, que aunque el epígrafe del acuerdo se refiere al lunes de Carnaval, implícitamente el Pleno renueva cada año que las fiestas se celebren en esos días.
En el caso de 2022, fue el pasado mes de junio (el que quedó interrumpido por ese artefacto de humo lanzado durante una movilización de policías locales) cuando el Pleno aprobó el festivo de Carnaval, en este caso para el martes 1 de marzo, al ser el lunes 28 de febrero ya de por sí festivo. Día que ahora el equipo de gobierno quiere modificar por el lunes 13 de junio.
Ya se ha anunciado que se llevará a Pleno esta modificación, posiblemente a la sesión de este próximo viernes; y es ahí donde Kichi y su equipo pueden encontrar el primer portazo a su propuesta de calendario. ¿Qué pasa si el Pleno rechaza la propuesta de modificar el día festivo? A priori, se puede pensar que habría un Carnaval en junio sin lunes festivo; pero los juristas consultados entienden que el rechazo al traslado del día festivo supondría el rechazo general al cambio de fechas del Carnaval.
Es más, según los juristas el acuerdo plenario tampoco supone el final del camino para la confirmación del día festivo, pues el Ayuntamiento lo que tiene que hacer una vez aprobado por la Corporación es solicitar esa fecha -en el caso que nos ocupa, ese cambio de fecha- a la Junta de Andalucía, que es la administración competente para señalar de manera definitiva los festivos de cada localidad.
Al margen de este argumento, también señalan los que creen que la nueva fecha del Carnaval no está aún cerrada que entre las funciones o atribuciones tanto del alcalde como de la concejala de Cultura y Fiestas no aparece en ningún momento la selección de la fecha del Carnaval, que se da por sentado que siempre será la que marca el calendario litúrgico. Sí tiene Lola Cazalilla la encomienda específica de la “organización y promoción del Carnaval gaditano”.
Más allá de estos aspectos de la tramitación de una decisión de este calado a nivel interno en el Ayuntamiento, también apuntan las fuentes consultadas al lucro cesante que podrían reclamar al propio Consistorio en caso de que el cambio de fecha finalmente quede confirmado. “Gente que tenía reservados ya los hoteles para febrero, agencias de viajes que tenían cerradas excursiones, personas que habían solicitado días libres en febrero… Cantidad de empresas y de gente que pueden reclamar ese lucro cesante si se cambia de fecha”, explican respecto a ese Carnaval en junio de 2022 que, a diferencia de lo que afirmó rotundamente el alcalde, algunos no ven tan “inamovible” todavía.
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