El 27 de junio de 2019 Antonio Martínez Áres anuncia el nombre de la comparsa con la que participará en el Carnaval de Cádiz 20209. La agrupación se llamará "La chusma selecta" en un cariñoso homenaje al fallecido Juan Carlos Aragón, el cual solía utilizar este apelativo para denominar a los aficionados del Carnaval de Cádiz. Juan Carlos Aragón usó también esta «cariñosa» denominación en el título de su primer libro, "El Carnaval Sin Apellidos. Un arte mayor para una chusma selecta".
En cuanto a la composición del grupo se mantendrán los mismos componentes que en 2019. La agrupación realiza un claro homenaje a Juan Carlos Aragón en su presentación, donde narra la capilla ardiente instalada en el hall del Gran Teatro Falla. Llama la atención en su puesta en escena la recreación de un salón burgés con dos grandes lámparas de araña con tintes carnavalescos y un techo que refleja sus 25 años de Comparsas en el COAC. "La Chusma Selecta" tras rivalizar con Tino Tovar , Kike Remolino y "Jona", obtiene un segundo premio.
Los pobres conquistan las calles
Odio en el alma septiembre
cuando los pobres conquistan las calles
y van naciendo las canciones
de millares de don nadies.
Corren y vuelan sombras de guitarras,
se va tejiendo una absurda alegría.
Algo me dice que cortejan
a esa reina que era mía.
Tras los jardines de palacio solo se oye carnaval,
noto como me desafían en mi ciudad.
Tiemblan las torres, las murallas,
se cuela la rebelión;
aullando que me prepare
para otra guerra en mi corazón.
Hago un remiendo a mi bandera,
pienso en la muerte entre las flores
que aún me recorren por las venas
papelillos de colores.
Afilo el acero escribano.
En mi locura los despellejo.
¡Hijos del sur!, ¡Venid por mí!,
¡Sigo agarrao a una copla ardiendo!
Odio en el alma septiembre
cuando el verano se va…
Los pobres conquistan las calles
y me echo a temblar.
Las obligaciones
Uno nace donde nace y tras la muerte de mi padre
que era el hombre que lo administraba to,
sus poderes me otorgaron, me cedieron, me entregaron,
dicho de otra forma me comí el marrón.
En la gran mesa de plata extendieron un gran mapa
del imperio que tenía que gobernar.
De la noche a la mañana el burgués de vida plana
hizo algo memorable: trabajar.
Siete barrios, cinco plazas, baluartes, una playa
y de iglesias y conventos pa aburrir,
las casitas de colores con sus bloques peleones
y la colonia de gatitos que hay allí,
las estatuas, cruceristas, las palomas terroristas,
las ruinas del presente y del ayer,
un gran cielo de azoteas, una alfombra de mareas,
el pulmón del parquecito genovés,
farolas vigilantes, la alameda, el temporal,
los dos vientos reinantes y su guerra personal,
la limpieza diaria de la constitución,
los fines de semana siempre una procesión,
las campanas y su ding dong, dong, ding, dong…
el reloj de la vieja ciudad,
el mercado y su compás y el correo postal,
canciones marineras cuando el sol viene a morir,
el faro dando pistas a las cañitas del país,
los árboles sagrados, diez museos, incluso más,
que guardan to, guardan to, todo menos carnaval,
las fuentes, hospitales, el consistorio y su poder,
las fiestas, los patronos, Cádiz, como una mujer,
las barcas con sus nombres, posdata, se finí,
te libro de extramuros que eso es otro país.
Mira si tengo cositas que me nublan la razón,
pues a mí me quita el sueño una niña en su balcón.
La sombra del amor
Hoy voy por ti aunque te escondas.
Hoy sí o sí, sal de las sombras.
Te ha delatao el palpitar del visillo,
la luz verde agua de tus ojillos.
No luches más, vence tus miedos.
Mírame bien, aquí me quedo.
Soy el fantasma que en punto a la diez,
noche tras noche te quiere querer.
Abre el portal que en tu zaguán
entregaíto estaré de rodillas.
Olvídate del que dirán,
hoy es pasado y no, no espera la vida.
Eres feliz haciéndome sufrir.
Doblega ya ese frío corazón.
Te veo reír, tras el candil
¿Eso es que sí o es que no?,
¿Es que sí o es que no?, ¡Dímelo!
En la esquinita, a los pies de su cañón,
te dejo aquí otra flor, un año de claveles
desde que me enamoré.
Empieza a chispear, un beso volador,
mañana volveré con mi canción.
Sal de las sombras.
La maldición
Cuando ya iba de recogía,
entre dos callejuelas oscuras
me dijo una gitana “Alma mía,
déjame que te lea la buenaventura”.
Le mostré reticente la mano
y no pudo evitar su sonrisa
“De arestócrata tienes hermano
lo que yo tengo de pitonisa.
¡La línea de la vida, chiquillo, tú vas a llegar a los noventa!,
con el cambio climático aquí lo mismito no habrá ni tierra,
¡Uy, qué monte de Venus, no he visto cosa igual!
Se ve aquí claramente inteligente y aventurero,
vamos a ver los amores…, está a punto de caramelo,
¿Dónde vas con las prisas?, ¡No me vayas a enfadar!,
Tú déjame, relájate, que hay muchas cosas más.
Vas a tener tres chiquillos y también dos amantes,
una salud de hierro, un amigo alcalde,
aquí veo un concurso, aquí veo una comparsa,
en la ciudad de Cádiz...” “Calla, calla, calla, calla”,
“Que las manos no mienten, suerte, gloria y dinero
y ya que sale el tema, págueme caballero.
¡Corre, corre, da igua!l, ¡Corre! Llevas mi maldición, ¡Chusma!
Desde hoy y pal resto de tus días otro desgraciao serás como yo”.
Los meses
El tiempo es una guitarra,
una cárcel de cuerdas presa de una idea.
Octubre, el primer pasodoble,
el tintero, la musa, el verso se bloquea.
Noviembre, el cuplé se aparece
con don Juan Tenorio y todos los santos.
Diciembre, cuartetas con fiebre,
nace un estribillo, muere el calendario.
Enero esperando un milagro de Dios;
que los reyes traigan la presentación.
Un nuevo disfraz late sobre la piel,
un nudo en el pecho, febrero otra vez.
Pero a quién quiero yo engañar,
solo soy uno más de más.
Cuatro meses pa descubrir
que no tiene sentido esta vida sin ti.
Cuatro meses pa descubrir
que no tiene sentido esta vida sin ti.
La derrota
Desde el hueco de mi torreón
veo llegar una inmensa legión
y al asalto tomar la nación a ritmo de fanfarria.
El palacio ya no aguanta más
me hace un guiño un viejo antifaz,
ahora es cuando veo la realidad, a mi única patria.
Alguien grita mi nombre ¿Quién es?
¡Ahí está ella, no puede ser!
disfrazada de flor, mire usted, toda resplandeciente.
Si esta era la gran maldición
doy las gracias a dios si es que hay dios,
el pobre niño rico murió abrazao con su gente.
No queda imperio que gobernar,
qué ruina y qué felicidad,
las iglesias cerradas están y amenazan castigo.
Las campanas cambiaron su ding dong…
por un platillo y por un tambor,
el mercado es el dueño y señor con su rey el tanguillo.
En la mesa de plata dejé
la soberbia, el orgullo, el poder,
el que quiera este mundo pa él, que le vaya bonito.
Yo me voy con mi chusma inmortal
recordando al profeta San Juan,
todo se lo tragó el carnaval…
Las murallitas, los balcones, las casitas de colores,
la libertad de los don nadies de esta tierra,
los árboles sagraos, los dos vientos encelaos,
canciones marineras, esa es mi guerra, guerra, guerra.
Adiós mi vida, adiós mi reina, se marcha tú más fiel sirviente.
Pronto volveré amor mío, bastará un escalofrío
cuando llegue septiembre
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