Los currelantes Pasodoble a los padres
No tengo un vientre preñado y fértil
para llevarte en mi interior
con el que compartir los latidos
del corazón, del corazón.
Soy quien te habla del otro lado,
del que conoces sólo la voz
y tantas veces ya te he soñado
que adelantaría nueve meses el reloj.
No sé si habremos hecho bien
trayéndote a vivir aquí,
a este mundo tan infeliz
y tan maravilloso,
pero prometo cuidarte,
prometo enseñarte
el difícil oficio de sobrevivir.
Yo te prometo olvidarme hasta de mí
para que seas feliz.
Tendrás la suerte de abrir tu rumbo
en la ciudad más hermosa del mundo que te irá dando
mil penas que tendrás que ahogar
siempre cantando, siempre cantando.
Voy a intentar ser el espejo en que te mires,
voy a intentar ser tu maestro y camarada.
No tengo un vientre donde tu cuerpo germine
pero casi ya te quiero más que a nada.
Nacer en este lugar
va a obligarme a pelear
a sudor, lágrima y sangre.
Pero no temas mi bien,
sé lo que tú quieras ser
que aquí tendrás a tu padre.
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