Un presunto piropo que, en realidad, es un insulto. Una persecución incómoda aprovechando la juerga. Un tocamiento indebido. Un abuso reiterado de tu mínimo espacio vital. Son agresiones machistas prácticamente imposibles de detectar en plena fiesta, en medio del tumulto, si la víctima no las acaba denunciado. Para erradicar estas agresiones, estas violaciones de la intimidad, la Asamblea Feminista de Cádiz se ha sumado a la iniciativa de ‘brazaletes morados’ durante este Carnaval.

Nos ha explicado la campaña Marga Ruiz, profesora de Igualdad y miembro de la Asamblea: “Toda mujer que se sienta mínimamente agredida puede pedir ayuda a aquella persona que porte un brazalete morado. Cuando sufrimos una agresión, por pequeña sea, generalmente no sabemos a quién acudir. Nosotras no estamos preparadas para casos extremos, pero informaremos de protocolos de ayuda y teléfonos de interés a quien lo necesite. Y, quizá, lo más importante: que la víctima no se sienta sola en ese momento de vulnerabilidad, que se sienta acompañada”.

La iniciativa se resume en el lema Si tocan a una, luchamos todas y recoge el espíritu de otras 'brigadas violetas' desplegadas desde el año pasado en los Sanfermines, las fiestas de Lavapiés y el Bierzo, y las ferias de Málaga, Albacete o Talavera. En el caso del Carnaval de Cádiz, la idea cuenta con el apoyo de varios colectivos de mujeres, así como de distintas agrupaciones que van a actuar por las calles de la capital gaditana durante este primer fin de semana festivo.

Este colectivo feminista recuerda que no ha recibido subvención alguna, sino que se trata de un proyecto autogestionado. "Somos una veintena de mujeres", señala Ruiz, "pero hemos repartido más de 150 brazaletes. Queremos que quien lo lleve tome conciencia de la responsabilidad que conlleva, que genere un auténtico compromiso contra las agresiones".

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