Después de varios años tratando de alcanzar la Gran Final, 2016 fue una edición importante para la chirigota de Juan Manuel Braza El Sheriff. El popular autor del barrio del Loreto volvía a la noche más deseada de la mano de Francisco José Fernández Díaz Toté. Ambos afrontan el reto de mantener esa condición en el próximo certamen con Los kunfundios.

El Sheriff no esconde sus intenciones sobre la puesta en escena al señalar que “el nombre es muy oriental. Nosotros no somos de los que guardamos el tipo hasta el final porque en esta ciudad todo se acaba sabiendo. Efectivamente vamos de una escuela de artes marciales oriental, no hay mucho secreto”.

Una de las grandes novedades va a ser la incorporación de nuevas caras a esta aventura en ciernes. En este sentido, el letrista y músico adelanta que “hay varios cambios. La baja del caja ha sido sustituida por el sobrino del Gatica, Juan Cosa y Aceituna también se han marchado y su hueco lo ocupan Antoñito de Puerto Real y Jaime. La otra ausencia, aunque por un motivo extraordinario ya que se ha marchado a trabajar fuera, es la de Antonio Toledo. En su caso se ha cubierto con Jose que ha salido con Martínez Ares o Jesús Bienvenido.

El autor no esconde que “mi relación con Toté ha sido muy fructífera y la experiencia del primer año no ha podido resultar mejor. Por nuestros trabajos, el hecho de componer juntos nos permite estar más aliviados. Tenemos una gran afinidad en la forma de ver la chirigota”. Respecto a la tardanza en anunciar el nombre indica que “hemos viajado mucho este año y siempre surgen ideas pero hasta finales de agosto no creímos que había llegado el momento de darla a conocer”.

Asimismo confiesa que “el hecho de venir de ganar un premio no afecta para nada cuando se llevan tantos años. Uno sale a competir con las mismas ganas haya o no haya sido finalista en la edición anterior. Es más casi que puede llegar a ser un inconveniente más cuando se viene de ser finalista”. Sobre el estado de la modalidad considera que “las mutaciones que se han producido han provocado que aparezcan nuevos grupos que, a buen seguro, traerán proyectos interesantes que hay que escuchar”.

Finalmente, sobre los cambios en el Patronato es tajante al afirmar que “todo lo que sea hablar y sentarse siempre es bueno. Es fundamental que la gente se reúna. Que cada modalidad esté representada por un vocal en el Patronato es muy beneficioso. Lo malo es la desidia y que nos conformemos con lo de siempre. Ahora es momento de seguir trabajando”.

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