"Para cualquier evento de estas características la fecha fija es importante por la planificación que podemos hacer los hosteleros, los hoteles, los gaditanos y los turistas". Antonio de María, presidente de Horeca, lo tiene claro: fijar en el calendario tanto el Carnaval como la Semana Santa es positivo para la hostelería de la ciudad. "Da seguridad al sector turístico e incluso para los cálculos económicos y de ocupación hotelera es mejor que se celebren en el mismo mes que a caballo entre dos meses, como sucede muchas veces", manifestaba ayer. Por un lado, el representante de los hosteleros consideró la medida favorable en el aspecto económico. Separar la Navidad del Carnaval hace "que los consumidores puedan tomarse un respiro en los gastos, pues la economía no está muy botante en estos tiempos y la saturación de fiestas no ayuda".
De María apuesta por la segunda quincena de febrero para celebrar el Carnaval. Sin embargo no estima necesario que la fiesta gaditana por excelencia coincida con el Día de Andalucía, el 28 de febrero porque "en Cádiz por esas fechas no se cabe, independientemente de si hay puente o no con el 28-F. La fiesta tiene tirón suficiente como para depender de un puente como el del Día de Andalucía". En cuanto a la Semana Santa fijada para la primera semana de abril, el dirigente de la patronal hostelera recordó que la climatología "es más agradable que en marzo", mes en el que la Semana Mayor también se celebra cuando el calendario lunar obliga.
Por último, Antonio de María alegó, con humor, a la "infabilidad" del Papa para defender la iniciativa del sumo pontífice de Roma, recordando una visita que hizo con otros dirigentes hosteleros al Vaticano, audiencia del Papa incluida. "Juan Pablo II nos dijo que nuestro sector es complicado porque tenemos que competir con la cocina de nuestras madres", concluyó.
diariodecadiz
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