A las 3.23 horas de la madrugada ya del domingo 8 de febrero, 20 minutos después de que cayera, con ganas, el telón de los cuartos de final de este Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2015), con el Gran Teatro Falla vacío del público que paga, el secretario accidental del jurado entonaba aquello de “en la ciudad de Cádiz, siendo las…” y leía el segundo fallo de la temporada, y vaya fallo, ¡qué penita de fallo! De las 54 agrupaciones de esta segunda fase, 27 siguen en la lucha por un hueco en la Gran Final del viernes 13, donde sólo caben 12 como máximo, tres por modalidad.
De este modo, se cuelan en semifinales, tras 22 días de certamen de coplas, la mayor parte de las con-nombre, por méritos propios, claro, aunque se apea a otras que se lo habían ganado, y han demostrado calidad y letras: una vez más se le da con las puertas en la cara a la comparsa de Córdoba, ‘Adiós mi querida España’, o a la de Germán Rendón ‘OBDC El show de Pinocchio!’. Pero además, se deja fuera a una de las sorpresas del certamen, los niños de ‘Qué penita de comparsa’ e incluso a la de los Majaras ‘Donde candela hubo…’. En el resto de modalidades, parece que todo era algo más claro y fácil, destacando quizá el adiós a la chirigota del Bocu ‘Los hombres de blanco’, al coro de Paco Mora ‘La fábrica de humo’, y sobre todo el varapalo que se le da al enorme y trabajado coro de los estudiantes ‘Los ilegales’. Es lo que tienen los concursos: hay que acatar el veredicto del jurado oficial, una temporada más, muy muy conservador y cobarde, pero respetable, y cuestionable.
Entre este lunes 9 y el miércoles 11, tras otro domingo de imperioso descanso regenerador para el certamen de adultos, se celebrarán las tras funciones de semifinales, de nuevo con todas las entradas vendidas en horas –y el porcentaje sacado a Internet, ¡en minutos!-, que deben ser ya auténticas finalitas, con nueve grupos por noche. En total pisarán en esta penúltima ronda del presente COAC: nueve comparsas, nueve chirigotas, seis coros y tres cuartetos. Toca darlo todo, ya no valen letras de saldo, piropos y homenajes, ni palos de selfies, ni pequeño Nicolás, ni Belén Esteban y su pijama, que la Final se ve al fondo.
diariobahiadecadiz
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