La segunda sesión de preliminares ha ido de barcos. Un naviío potente, enorme, capitaneado por Fali Pastrana. Un buque escuela muy especial guiado por la estrella de Jose Rodicio y una serie de naufragios en el que unos arrastraron a otros.
Abrió la función el coro 'La niña bonita'. Un nuevo alarde de los de Fali Pastrana, que no se cansan de ganar y esta año vienen otra vez a por todas. Fue una actuación brillante. Magnífico el tipo, magníficas las voces, magnífica la música de los tangos... y buenas las letras. Quizá ese sea el problema, que tiene el listón tan alto que a poco que no sacan un diez en cada prueba parece que no terminan de explotar. Pero tienen margen de reacción y el Concurso, para ellos, es muy largo.
Llegaron después otros marineros, 'Los del embarcadero', que se hundieron sin salir de puerto. Afortunadamente llegó después la tripulación de Bocuñano. Le pasó un poco como al coro de Pastrana. Tanto se esperaba de ellos tras el éxito de los Patxis, que supo a poco lo que ofrecieron ayer. Mezclan el humor sutil con el abuso de lo obvio, pero es de esas mezclas que funcionan. Mención aparte merece el homenaje rendido al "capitán Rodicio". Se emocionaron y emocionaron al público al recordarle.
La comparsa de Valverde del Camino 'Alakrán' fue un elemento accesorio que sirvió para dar paso al descanso.
Lo que vino luego no desentonó. Simpáticos los extremeños de 'Las otras', con su tipo de suegras. Igual que las hadas madrinas sevillanas de la comparsa 'Hágase realidad'. Mucho peor la chirigota 'Los hippychanos', que no consiguió conectar con el público con un tipo extraño. La comparsa femenina de Sevilla 'Las luneras' trajo la sorpresa para terminar la noche. Cantaron bien, con gusto. Un buen colofón a una noche muy desigual. Quizá sea este tipo de agrupaciones las que aún dan sentido al sinsentido de las preliminares sin filtro.
lavozdigital
No hay comentarios